Existen dos tipos de procrastinación
Por: Marta Romo

Aplicaciones que te organizan la vida, un espacio infinito de almacenamiento en la nube, la posibilidad de comunicarte masiva e instantáneamente con personas de todo el planeta…
En la última década, los avances tecnológicos nos empoderaron hasta tal punto que creemos que podemos hacer absolutamente todo. Pero, el hecho de creer que puedes hacer todo, a veces te lleva a sentir que “tienes que” hacer todo, ¿verdad?
Y cuando te das cuenta de que no puedes con tantas cosas, te sientes improductiv@, frustrad@, como si estuvieras desperdiciando tu tiempo… 😰
Gracias a esto, se ha popularizado la palabra “procrastinación” como una actitud de vagancia o pereza, pero pocos conocen el lado positivo de la misma 😲
En el libro “The Art of Procrastination”, el filósofo John Perry ha profundizado sobre la distinción entre la Procrastinación Pasiva (o negativa) y la Activa (o positiva).
Esta última puede potenciar tu productividad si logras utilizarla correctamente, porque cuando realizas una tarea cerca del deadline, sentirás la presión necesaria como para “ponerte en marcha” de forma fluída. 😉
De hecho, estos son los 4 beneficios principales que te aportará la procrastinación activa:
✅ Te forzará a focalizarte en la tarea.
✅ Te ayudará a tomar mejores decisiones.
(tendrás mayor tiempo para procesar mejor las ideas)
✅ Potenciará tu creatividad
(las mejores ideas surgen en los momentos de procrastinación)
✅ Disminuirá tu nivel de sobreexigencia y perfeccionismo
(al no tener tanto tiempo de sobra, no podrás obsesionarte con los detalles, lo cual sólo te produce mayor sufrimiento e inseguridad)
Ahora bien, la procrastinación activa no significa que dejes todo para último momento y te estreses cada vez que tienes que entregar algo... 😅
¡Asegúrate de organizarte para poder procrastinar de R eficiente!
¿Qué te parece todo esto? ¡Me encantaría conocer tu opinión!