
Ayudar no es solo un acto de entrega, también de cuidado propio. ¿Por qué? Ayudar eleva la oxitocina en tu cuerpo. La oxitocina es la encargada de la felicidad en tu cerebro. Ayudar reduce el estrés y aumenta la sensación de logro.
"Te ofrezco entrar en este espacio a sabiendas de que no volverás a salir igual." - EE